ética

La importancia de la ética en investigación

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Los riesgos potenciales serían cualquier daño físico, moral, psicológico, social, jurídico o financiero que se derive de una investigación (Asociación Médica Mundial, 2013). La clave está en encontrar un balance: ¿los beneficios obtenidos de la investigación valen la pena en comparación con los posibles daños que puedan enfrentar los participantes? Este análisis ético es fundamental para garantizar que la investigación sea responsable y respetuosa hacia aquellos involucrados. Al diseñar un estudio, es esencial consultar con un comité de ética.

El estudio de la ética dentro de las profesiones que tratan la conducta humana hace que, de manera natural, se derive en dos disciplinas: la bioética y la psicoética (Rovaletti, 2007). La bioética, según la Enciclopedia de Bioética (Reich, 1978), es básicamente el estudio de cómo los humanos nos comportamos en temas relacionados con la vida y la salud. Se enfoca en los valores morales, como proteger y respetar la vida, ya sea de personas, animales o el medio ambiente. Esto cobró mucha importancia después de la Segunda Guerra Mundial cuando más de 20 médicos fueron juzgados por realizar experimentos inhumanos durante el régimen nazi. Todo esto llevó a la creación del Código Núremberg en 1947 para regular este tipo de investigaciones.

Sin embargo, según Rovaletti (2007), la bioética con el tiempo se ha vuelto más limitada y se ha enfocado principalmente en aspectos médicos, alejándose de lo social y psicológico. Es por eso que surge la psicoética, una especie de rama de la bioética, que se concentra en los dilemas éticos relacionados específicamente con la salud mental, la psicología y la psiquiatría. Se ocupa de problemas como en el Monster Study (1939), donde utilizaron a niños huérfanos sin su consentimiento y donde las consecuencias del experimento fueron crónicas.

Los códigos de ética profesional son sistemas organizados que describen lo que se puede o debe esperar de un profesional en su área de trabajo. Estos códigos, por tanto, deben ser una guía a la hora de plantearnos una investigación, tienen que estructurar el tema de estudio y sus implicaciones éticas, siendo estas, unas de las primeras cuestiones a tener en cuenta. Emmanuel, et al. (2000) establecen unos requisitos mínimos a cumplir para que las investigaciones cumplan con los estándares éticos y protejan a los participantes:

  • Que la investigación aporte mejoras o conocimiento sobre la salud y bienestar de la población.
  • Que tenga validez científica.
  • Que seleccione de manera equitativa a los participantes.
  • Que tenga una proporción adecuada de la relación riesgos-beneficios.
  • Que tenga una evaluación independiente de los propios investigadores.

Para tener más control sobre la investigación clínica se creó, en 1974, la National Commission for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research, que más tarde publicará elInforme Belmont, asentando las bases de la ética en investigación. Actualmente, el código de ética más completo en relación con la investigación en psicología es el que propone la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) con la versión revisada del 2010, donde se recogen principios éticos de los psicólogos y código de conducta, pero también debemos de tener en cuenta el Meta-Código de Ética de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA, por sus siglas en inglés) y elCódigo Deontológico del Psicólogo del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, que es el que actualmente se encuentra en vigor en España.

En este último, en el artículo 33, se recoge que todo/a Psicólogo/a, en el ejercicio de su profesión, procurará contribuir al progreso de la ciencia y de la profesión psicológica, investigando en su disciplina, ateniéndose a las reglas y exigencias del trabajo científico y comunicando su saber a estudiantes y otros profesionales, según los usos científicos y/o a través de la docencia. Además, en la investigación rehusará el/la Psicólogo/a absolutamente la producción en la persona de daños permanentes, irreversibles o innecesarios para la evitación de otros mayores.

La participación en cualquier investigación deberá ser autorizada explícitamente por la/s persona/s con la/s que ésta se realiza, o bien por sus padres o tutores en el caso de menores o incapacitados (artículo 34).

El artículo 35 menciona que cuando la investigación psicológica requiera alguna clase de daños pasajeros y molestias, como choques eléctricos o privación sensorial, el investigador, ante todo, se asegurará de que los sujetos participen en las sesiones experimentales con verdadera libertad, sin constricciones ajenas de tipo alguno, y no los aceptará sino tras informarles puntualmente sobre esos daños y obtener su consiguiente consentimiento. Aún habiendo inicialmente consentido, el sujeto podrá en cualquier momento decidir interrumpir su participación en el experimento.

Asimismo, el artículo 36 manifiesta que, cuando la investigación requiera del recurso a la decepción o al engaño, el/la Psicólogo/a se asegurará de que éste no va a producir perjuicios duraderos en ninguno de los sujetos, y, en todo caso, revelará a éstos la naturaleza y necesidad experimental de engaño al concluir la sesión o la investigación.

La investigación psicológica, en situaciones naturales, se hará siempre con respeto a la dignidad de las personas, a sus creencias, su intimidad, su pudor, con especial delicadeza en áreas, como el comportamiento sexual, que la mayoría de los individuos reserva para su privacidad, y también en situaciones -de ancianos, accidentados, enfermos, presos, etc.- que, además de cierta impotencia social entrañan un serio drama humano que es preciso respetar tanto como investigar (artículo 37).

Finalmente, el artículo 38 tiene que ver con la experimentación con animales y, en ésta se evitará también, o reducirá al mínimo, los sufrimientos, daños y molestias que no sean imprescindibles y justificables en atención a fines de reconocido valor científico y humano. Las operaciones quirúrgicas sobre animales se efectuarán con anestesia y se adoptarán medidas apropiadas para evitar las posibles complicaciones. El personal directamente implicado en la investigación con animales seguirá en su práctica los procedimientos de alojamiento, manejo experimental y eliminación eutanásica de los animales, que se recogen en la Guía para la conducta ética en el cuidado y utilización de animales editada por el Colegio Oficial de Psicólogos y que se atiene a las normas internacionales.

A veces, los problemas éticos pueden pasar desapercibidos, y es por eso que es fundamental obtener una evaluación externa. Esto puede ser informal, como hablar con otros investigadores expertos, o formal, a través de una estructura específica. Los Comités de Ética (CE) son una de esas estructuras formales necesarias antes de iniciar una investigación. Estos comités están compuestos por personas independientes del estudio, que no tienen afiliación con él y están libres de influencias comerciales, políticas o profesionales. Su tarea es revisar y valorar el estudio para minimizar cualquier impacto negativo en los participantes y garantizar que se respeten los principios éticos (según la Organización Mundial de la Salud [OMS], 2000). Los objetivos de estos comités son proteger la dignidad, los derechos, el bienestar y la seguridad de las personas que participan o podrían participar en el estudio. Esto se aplica tanto antes de que comience la investigación como durante su desarrollo.

Sin embargo, no todos los estudios necesitan ser evaluados de la misma manera por los CE, ya que el impacto del propio estudio puede no influir ni tener conflictos éticos, como por ejemplo estudios puramente observacionales o de revisión de archivos.

Los proyectos de investigación, de manera general, deben ser siempre valorados y aceptados por el CE de nuestra institución (hospital, centro de investigación, universidad, clínica). Si nuestro proyecto se lleva a cabo en colaboración con diferentes centros, todos ellos deben ser informados y valorar positivamente los aspectos éticos del estudio.

Para facilitar esta tarea, basándose en los criterios de Emmanuel, Wendler y Grady y el Código de Regulaciones Federales de EE. UU., Portales et al. (2017) proponen tres alternativas de revisión de estudios:

  1. Proyectos eximidos de revisión: aquellos donde no hay interacción con los participantes o no forman parte del proyecto. Por ejemplo: estudios de revisión de archivos.
  2. Proyectos de revisión expedita: existen riesgos mínimos (inherentes a actividades cotidianas), cambios inherentes al protocolo de evaluación o documentos (consentimiento informado), siempre y cuando estos cambios no interfieran en la validez científica o aumenten el riesgo/beneficio inicial del estudio. Estos proyectos son revisados por dos miembros del comité para valorar si pueden ser eximidos de revisión o necesitan una revisión completa. Por ejemplo: estudios de procesos básicos: memoria, atención, concentración.
  3. Proyectos de revisión completa por el comité: existen riesgos mayores al mínimo. Por ejemplo: estudios de evaluación o intervención psicológica.

El concepto de 'riesgo' puede ser un poco ambiguo, pero existen criterios establecidos para determinar su nivel en una investigación (según Goodwin et al., 2016). Se basa en cuán parecida es la actividad o tarea que se evalúa a las que normalmente enfrentamos en nuestra vida diaria o durante evaluaciones físicas o psicológicas habituales.

Para facilitar los procesos de toma de decisiones, existen organismos oficiales, como el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., que proporcionan diagramas de flujos para conocer si nuestra investigación está eximida de pasar por un CE, aunque esto siempre va a ser recomendable.

Por último, a la hora de presentar el proyecto de investigación al CE, la Organización Mundial de la Salud, junto con la Organización Panamericana de la Salud (2012) señalan los siguientes pasos a seguir:

Primer paso: presentación de una solicitud ▸ de revisión. Segundo paso: realización de la investigación de acuerdo con el protocolo aprobado previamente por el CE. Tercer paso: notificación en materia de seguridad al CE de cualquier acontecimiento no deseado o que suponga riesgo o daño a los participantes u otros. Cuarto paso: informes y seguimientos continuos, tanto del estado de la investigación como en caso de suspensión o terminación prematura. Quinto paso: información a los participantes de la investigación (cancelación, cambios, conclusiones) mediante los medios apropiados y con un lenguaje adaptado para su comprensión

Los procedimientos, a la hora de presentar una investigación a un comité de ética, son una parte fundamental y obligatoria de la carrera investigadora.

En los últimos años, el desarrollo y uso masivo de las redes sociales, de Internet, de los smartphones y la aparición de miles de aplicaciones informáticas cada día, es innegable que la investigación en psicología seguirá avanzando en esta área. Uno de los escenarios de investigación es el big data o la utilización de datos masivos disponibles así que, están proliferando los estudios sobre el comportamiento social de los individuos en las redes sociales (Gosling y Mason, 2014) o evaluaciones de personalidad (Armayones et al., 2015), por ejemplo. El big data contribuye a la mejora de la investigación psicológica al permitir contar con grandes cantidades de datos y, también permite la intervención en tiempo real dirigida a grupos o individuos que necesitan atención psicológica pero algunos autores indican que hay una “limitación ética” dado que, muchos de los datos publicados en Internet son de acceso libre o de dominio público y, eso podría hacer pensar que no es necesario informar a las personas participantes de la investigación o, incluso, llegar a creer que no es necesario solicitar su consentimiento informado, lo que podría llegar a ser interpretado como una “violación de la privacidad” (Sitka y Sargis, 2006, p.549).

Por otra parte, el hecho de solicitar el consentimiento informado, puede traer algunos problemas a la persona investigadora ya que no siempre es posible confirmar la identidad de las personas en la Red, las personas que participan pueden interrumpir de manera inmediata su participación en la investigación al solicitarle el consentimiento, y tampoco el investigador puede asegurar (en todos los casos), que la persona leyó el documento informativo (Sitka y Sargis, 2006). En la actualidad, se considera que este sigue siendo un problema a resolver en los estudios realizados en Internet, ya que los consentimientos informados, deben ser diseñados específicamente para su uso online y, eso implica, que sea necesario solicitar una respuesta o feedback de los participantes que garantice que han comprendido adecuadamente las razones del estudio, además de tener en cuenta las consideraciones legales de cada país (Pérez, 2018).

Finalmente, como cualquier otro proyecto de investigación, los proyectos de desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), deben pasar por el correspondiente comité de ética para valorar su idoneidad, pero pocos son los centros que disponen de una instancia de este tipo, compuesta por personas con conocimientos de tecnología, ética y protección de datos ligados a la IA. Y, más allá del análisis ético del uso de los datos para realizar investigación, Sallent (2022) considera que es imprescindible disponer de la máxima transparencia en el uso de algoritmos, estén o no ligados a IA, garantizando que no exista ningún tipo de sesgo ni discriminación y que sean beneficiosos para la sociedad.

RECURSOS:

  • Este vídeo profundiza en el Informe Belmont, tanto en los motivos de su aparición, como en el contenido de este, donde se abordan los principios éticos básicos que deben subyacer a toda investigación y lo hacen con una perspectiva práctica, a través de situaciones y conflictos reales en investigación: U.S. Department of Health and Human Services. (9 de octubre de 2018). The Belmont Report: Basic Ethical Principles and their Application [Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=M6AKIIhoFn4
  • Se adjunta el enlace al documento vigente del COP que regula nuestra actuación, en especial, el apartado II, que se enfoca en nuestra competencia profesional, y el apartado IV, que trata los aspectos que conciernen a la investigación: Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (2015). Código Deontológico del Psicólogo. http://www.cop.es/pdf/CodigoDeontologicodelPsicologo-vigente.pdf
  • Se recomienda la lectura sobre big data y psicología en el número especial de la revista Psychological Methods (2016), volumen 21, número 4: Big Data en Psicología (apa.org).
  • Se adjunta el enlace para el Diagrama de flujo sobre la necesidad de revisión por un CE en investigación secundaria. Fuente: https://www.hhs.gov/ohrp/regulations-and-policy/decision-charts-2018/index.html

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Armayones, M., Gómez-Zúñiga, B., Hernández, E., & Pousada, M. (2015). Big data y Psicología: ¿una oportunidad para el Internet de las personas? Aloma, Revista de Psicología, Ciències de l'Educació i de l'Esport, 33(2), 21-29.

Asociación Americana de Psicología (2010). Principios éticos de los psicólogos y código de conducta. http://www.apa.org/ethics/code/principles.pdf

Asociación Médica Mundial (2013). Declaración de Helsinki. Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos. WMA Declaration of Helsinki – Ethical Principles for Medical Research Involving Human Subjects – WMA – The World Medical Association

Emmanuel, E. J., Wendler, D. & Grady C. (2000). What Makes Clinical Research Ethical? JAMA, 283(20), 2701-2711. https://doi.org/10.1001 /jama.283.20.2701

Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (2005). Meta-Código de Ética. http://ethics.efpa.eu/metaand-model-code/meta-code/

García, G. (2015). 70 años de los juicios de Nuremberg [Imagen]. El País. https://elpais.com/elpais/2015/11/19/album/1447937353_322614.html#foto_gal_1

Goodwin, C. J., & Goodwin, K. A. (2016). Research in psychology methods and design. John Wiley & Sons.

Gosling, S. & Mason, W. (2014). Internet research in Psychology. Annual Review of Psychology, 66(26), 1-26. https://doi.org/10.1146/annurev-psych-010814-015321

Organización Mundial de la Salud (2000). Guías operacionales para comités de ética que evalúan investigación biomédica. Health Organization Guidelines (who.int)

Pérez, V. (2018). Aproximación a la investigación psicológica en Internet y redes sociales. Summa Psicológica UST, 15(1), 98-105. https://doi.org/10.18774/448x.2018.15.vp

Reich, W. T. (1978). Enciclopedia de Bioética. Macmillan Publishing Company.

Rovaletti, M. L. (2007). ¿Es posible pensar una psico-ética? Vertex, 18(75), 370-375.

Sallent, J. (2022). Consideraciones del uso de datos y la inteligencia artificial aplicada a la industria del sector de salud mental. Brains, 2(2), 7-10.

Sitka, L., & Sargis, E. (2006). The Internet as psychological laboratory. Annual Review of Psychology, 57, 529-555. https://doi.org/10.1146/annurev.psych.57.102904.190048

US Department of Health and Human Services. (2020). Diagrama de flujo sobre la necesidad de revisión por un CE en investigación secundaria [Imagen]. HHS. Human Subject Regulations Decision Charts: 2018 Requirements | HHS.gov

Publicado por Lorena Rodríguez-Campo, Raquel Ayala y Sonia Ramírez.


REVISTA DE TERAPIA GESTALT - Nº 44
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